martes, 7 de marzo de 2017

Sarandy Cabrera: Ad vincula



Sarandy Cabrera


























Buenas noches abuelo.
¿Ha guardado usted otra  noche los tigres de sepia?
¿Ha recorrido el camino del melenudo león?
¿Ha saludado al negro Raúl?
¿Ha guardado la piedra de amatista,
ha tecleado insistentemente en la jota mayúscula,
en los dos puntos miradores
en el punto y coma que tiene cola?
Buenas noches abuelo.
¿Ha puesto usted la piedra violeta debajo de la ventana,
se ha acordado de hacerse desatar
las botas que le duraban siete años?
Puede usted descansar abuelo.
No olvide usted dejarme su mano izquierda
recubierta de piel de víbora
aceitada de piel de lagarto
la mano sin anillos ¡claro!
para que aprenda a acariciar tan sucintamente
                                                                 /a sus bisnietos.
Gracias abuelo, puede usted dormir tranquilo su ronquido peludo
en la pata más ancha
de la cama de bronce de tres pisos.
Buenas noches. ¿Quiere usted que abra el tonelito
                                                                           /de guindado
o que me suba al tarro de tabaco que nadie fuma
y cuyo caballo está azul, hoy,
después de tanta muerte,
después de tanto sillón de pana floreada
después de tanta mejilla?
Buenas noches abuelo.
Puedo, ¿quiere usted  que levante la regla negra
la regla de canto de bronce, del libro mayor del índice?
¿Me permite que agregue tres renglones suplementarios?
Abuelo: ¿es cierto que usted tenía gastada las pupilas,
que usted  se pasaba de una manera alerta
de este mundo a otros mundos?
Buenas noches abuelos. ¿Me oye usted, me supone usted
sumado de tantos años que usted tal vez no sospechara?
¿Conoce usted abuelo, a mi mujer de grandes ojos?
Abuelo, permanezca hablándome
y mire la hora, sin hacer sonar
el clic.

Sarandy Cabrera (Rivera, 1923; Montevideo Uruguay, 2005) Poeta, Traductor y periodista.