jueves, 17 de julio de 2014

Efraín Huerta: Desencanto al pie de un aparato telefónico






Efraín Huerta, 1981






















Esta Dama de Elche que todas las semanas
me dice que la llame la semana entrante,
de manera que cada semana es en mi leve hundimiento
como una catedral sin asesinatos, un estadio de fútbol
                                     /entre semana,
una nada hecha de ciudades adheridas a un futuro extenuante.

Me digo que así no se vale; que no se puede ni se debe;
que yo la hice bella, doblemente, triplemente bella
hasta la insensatez, para que ahora me salga
con una hilera de semanas como columnas dóricas.

Me revelo a mí mismo que la semana entrante no existe.
¿Existo yo o soy una ventana cerrada a piedra o lodo,
como mi propia, desencantada poesía?
¿Qué existe diariamente, mejor, semanaria y semanalmente?
Una mujer desnuda, un caballo salvaje,
un malentendido, un terremoto; ella, quizás,
existe debajo de mis brazos, como un libro ilegible.

Hembra salvaje, yegua de piedra, hechicera frente de mármol:
hinca las rodillas en un miércoles
y desátame, deshazme de la tortura
de marcar números idiotas y escucharte
decir esta semana de miedo que te llame
la aterradora semana entrante.


Efraín Huerta (Silao, Guanajato, 1914- Ciudad de México, 1982) Poeta. Entre otros títulos publicó: Absoluto amor,1935; Línea del alba,1936; Los hombres del alba,1944; La rosa primitiva1950; Poemas de viaje, 1953; Transa poética;1980;  Estampida de Poemínimos, 1985; Dispersión total,1986.