viernes, 2 de noviembre de 2012

Ángela García: 7 poemas.


Ángela García






















Un verbo

Camino sobre la iniciada
fermentación de las hojas
con el viento frío en la punta
de la nariz.

Mi paso es un sendero
por donde el aire que entra
me esculpe,
modela en mí el verbo.

Respirar, interno tacto.


¿Cuántos somos quienes?


Una sola frase repetida durante
cinco minutos,
con el rumor de fondo de la noche

Legiones de grillos
grandes y pequeños
son voces al comando
gritando a un dios diseminado.


Los afanes de Narciso*

El periquito en su jaula tiene mucho que hacer
le han puesto para su diversión un espejo
del que cuelga una campana.

Ha descubierto al otro.

Su instinto de defensa empezó el cortejo,
con picotazos tentó la conversación,
incisivo metía la cabeza en la campana
y  se masturbaba
creyendo que también el otro le hacía la corte.

Enamorado de esa lealtad incondicional,
hoy le ha dado de sus propias reservas
semillas celosamente humedecidas en el buche.

Pronto el espejo se atiborra de amasijo,
un asqueroso depósito de escombros
sepulta vivo al intocable reflejo.

Con alarmados picotazos clama
por el que le ha vuelto la espalda.

                                  *He leído que las aves se aparean juntando sus cloacas.


Mercurial

Una burbuja henchida del instante
se descubre a sí misma en el espejo.
se reconoce cuerpo palpitante
sangre circulante
pensamientos que ruedan
ojos brillando delante de sí mismos.

Todo en el instante.

La burbuja quisiera perdurar,
tener a mano el tiempo,
más, desaparece.

Súbitamente sólo una humedad
se disipa en el espejo.


La mudez del polvo

La brisa deposita su bagaje de residuos
por doquier. 
Limadura de roca, resumidero del vuelo
de legiones de golondrinas.
En callado descenso, los minutos pasan,
las horas se asientan tras las uñas.

No alcanzamos a oír la agonía
de los insectos en la telaraña
o la huída de los que se salvan.

No tiene sonido la arquitectura de las
juiciosas tejedoras en los pliegues
o en los vértices, entre la fronda.
El viento no tributa sonoridad
a esas viejas redes desiertas que cuelgan
con su inútil provisión de vellos, pestañas,
antenitas, alas de moscas, trozos de plumas,
pelusilla de flores, esporas secas.

Oficioso fantasma remedando el color de
las cosas,
invisible cautela de la muerte.


El sello

El cuerpo avanza por calles encapotadas de espuma celeste
En las puntas de los senos flamea azul el deseo
tea atizada por los copos que caen.

El  hambre es plenitud:
la sonrisa que flamea
sella un pacto.


Agua

Me pides que hable
Pero no puedo detenerme,
Sólo sé moverme cambiar correr
ascender o caer.

A veces estoy en lo secreto
recogida en la entraña muda
debajo del desierto.

No soy historia soy siempre instante:
Bonanza.


E.M., Ángela García, Medellín, 2010.
Ángela García (Medellín, Colombia, 1957)  Poeta , traductora y periodista cultural.Co-fundadora del Festival Internacional de Poesía de Medellín y co-directora del mismo hasta 1999. Miembro de la Asociación de escritores del sur de Suecia donde trabaja promoviendo actividades poéticas. Sus poemas han sido traducidos al sueco,  alemán, serbio, árabe.Ha publicado : Entre leño y llama, poesía, Serie Hipnos, 1993; Rostro de Agua, poesía, serie Hipnos, 1997; Farallón Constelado/ Sternige Klippe.Bilingüe, traducción y cuidado por Jona y Tobías Burghardt, edición Delta, Stuttgart 2003; De la fugacidad/Om flygtigheten, bilingüe, traducción Lasse Söderberg, edición Aura Latina,Malmö (Suecia) 2005; Veinte grados de latitud en tres horas, bilingüe, traducción al serbio de Zlatko Krazni, Smederevo (Serbia) 2006, Doce poemas sobre el silencio, traducción de Ulrika Serlin, ediciones Poesía con C, Malmö 2009 yTodo lo que amo nace continuamente, serie Acanto, Ed. Universidad EAFIT, Medellín (Colombia) 2010.