martes, 25 de octubre de 2011

Charles Bukowski: La dama poeta.

Charles Bukowski

















 

fue hace unos 7 u 8 años
vivíamos juntos
con nuestras 2 máquinas de escribir
trabajando y trabajando
y con sus 2 hijos
que manipulaban la habitación.

ella se ponía difícil con
los mocosos:
¡váyanse!  ¿no ven
que mamita esta
tipeando?

entonces ellos venían a mí
yo solía contestar
sus preguntas
entre cervezas
y versos.

realmente no les tenía demasiado
cariño
pero deseaba que a la dama le
fuera bien:
la poesía era importante
para ella,
ella se emocionaba muchísimo
y golpeaba las teclas
como si  versos grandiosos
estuvieran siendo grabados
en la página.

cuando terminaba un poema
me lo alcanzaba
y yo lo leía,
“si, es bueno ... pero
no te parece que se leería mejor
si comenzás en la línea
4,  borrás
la 7... y entonces, por supuesto
necesitarás un verso de cierre
no me gusta este
final...”
“ ¿como creés que tengo
que terminarlo? “

“ que te parece...” y
le sugería un
verso.

“¡Sí, por supuesto!”
decía siempre y
apresuradamente
se dirigía a recomponer
el poema.

***


los poemas de la dama comenzaron a
aparecer en algunas revistas
de escasa circulación
y pronto
comenzaron a invitarla a
leer sus poemas
en bares y cafés
de mala muerte
yo la acompañaba
y
escuchaba

ella tenía cabello largo y
salvaje, ojos también salvajes, y
bailaba y se contorneaba
allí con sus poemas,
sobredramatizando,
pero eso sí
tenía un gran cuerpo
y ella
lo meneaba
mientras leía  y agitaba sus
poemas en el aire

y los hombres la amaban,
esos hombres que hallarás
sólo en lugares como esos
con sus pequeños libros de
poemas rimados
dentro de sus mochilas
y resplandecientes
rostros neutros-
los aplausos le hicieron pensar a la dama
que realmente algo estaba sucediendo
esto la mantuvo contorneándose,
bailando y meneando 
el cuerpo
y
tipeando...

la dama
cierta noche
luego de hacer el amor
me dijo,
¡Algún día seré
más importante que
vos!

en muchas cosas,
le contesté,  ya
lo sos.


tipeamos juntos
y separados
por algunos años
y como ciertas cosas que finalmente
tienden a acabarse
esto terminó.

ella se disolvió en algún
pueblo del desierto
y yo me mudé  a
el Este de Hollywood
donde viví  con algunas
damas
que no les importaba una mierda
tipear, en realidad
nada les interesaba un carajo
nada
de nada.

sobreviví a esos años,
me alejé,
me fui a un pueblo pequeño
cerca de la bahía
donde comencé a tener nuevamente noticias
de la dama poeta
a través del teléfono y
el correo.

la mayoría de las veces, fui evasivo, habiendo
aprendido hace algún tiempo que
regresar
no encaja con continuar
hacia adelante.

fuiste mi musa,
dijo una y otra vez
ya no puedo escribir
más...
repetía.

así que como verás fui
de utilidad
a sus propósitos
y eso es
una cosa bastante linda,
¿no
te parece ?

mucho mejor, creo, que
ser conocido por vivir con una leve
tensión nerviosa
o por tener una gran pija
palpitante
al palo día y noche
preparada
para internarse entre esas nalgas
hambrientas
donde ningún hombre, o bestia
o dios
pueden permanecer para siempre
ni
siquiera
lo desea

¿no
te parece ?

(versión Esteban Moore H.)

Germán Arens: Una carnicería.

Germán Arens














Una carnicería
es un lugar destinado
a manipular carne con o sin hueso
me dijo González,
carnicero en mi pueblo.

Una carnicería debe ser blanca.

La superficie
de una carnicería
deberá ajustarse a las ordenanzas municipales
de edificación establecidas.

Paredes azulejadas, pisos impermeables.

Un sanitario y sus elementos.

Iluminación artificial o natural
ventilación natural o artificial.

Las heladeras
deberán estar en funcionamiento continuo
garantizando de manera ininterrumpida
una temperatura inferior a -18 ºC.

Todo mientras haya carne.

Ahora bien…
Teniendo en cuenta que desde la Asociación de Abasteros y Matarifes informaron una caída en el consumo de un 25 % y que muchos productores se dedicaron a la soja por la renta económica que genera.
Teniendo en cuenta la sequía del 2009.
Teniendo en cuenta la presión para que no se exporte.

¡No es el precio internacional
el que empuja los valores locales!...

Hasta puse 4 sillas rojas
en el intento
de destacar a mi carnicería
de otras carnicerías.


Entonces Germán...
respondiendo a tu curiosidad,
nada más significativo que el diálogo
que hoy por la mañana tuve con Minieri.

- ¿Qué tal, González, cómo va ese negocio?
- A la mañana no entra nadie, che. No pasa una mierda…
- ¿Y a la tarde?
- Y a la tarde...
a la tarde merma un poco siempre.


Germán Arens (1967) Poeta . Libros publicados: "Pueblada", 2008; "Versos de Gabino", 2009 y "Los ojos del cordero"; 2010

sábado, 22 de octubre de 2011

Elpidio Isla: Lanzamiento, Esas Mujeres de las que Hablo.











Isla apela al tono más potente y sugestivo de su narrativa, expuesto anteriormente en el libro de cuentos “Las lluvias cortas” y en las novelas “Mogambo”, “La ciudad de los sueños tristes” y “Floridablanca”. El autor, que vivió durante largo tiempo en Santa Cruz y es uno de los narradores más relevantes surgidos del sur del país, junto a Abeijón, Aracena y Angelino, ha creado una saga original y deslumbrante a partir de sus experiencias en la Patagonia.





Elpidio Isla (San Nicolás,  Buenos Aires, 1948). Escritor y periodista.  Ha publicado las novelas,  MOGAMBO (1988), LA CIUDAD DE LOS SUEÑOS TRISTES (1995) y el volumen de relatos LAS LLUVIAS CORTAS (1990). (Cuentos).
Textos suyos han sido incluidos en SUR DEL MUNDO, NARRADORES DE LA PATAGONIA (Ediciones El Patagónico 1992) y DE JULIO VERNE A OSVALDO BAYER: Los mejores relatos patagónicos (Ameghino Editora 1998), RELATOS PATAGÓNICOS: (Instituto Nacional de Fondos Cooperativos (1999) y RELATOS DE PATAGONIA: (Cántaro ediciones 2006).
 
Entre sus obras inéditas figuran: La mano del final (novela 1998); Y no es que un hombre no esté triste ( Novela 1999); Viaje conjetural de Simón de Alcazaba a la Tierra Leve (Novela 2000); El bar de las putas pobres (novela 2005); Un mar de penas (cuentos 2003) y Reciclados (novela 2007). Ha sido editado en diversas antologías nacionales e Internacionales.

viernes, 21 de octubre de 2011

John Updike: La población de Argentina.

John Updike




















La empresa Rand McNally;
qué poco sabe,
cuán errados están sus empleados
quienes alegres y despreocupados
consignan la población de Argentina
en catorce millones, y no más,
e incluso en algo menos.
Pues,  yo puedo contar
una cifra que duplica ese número
simplemente hojeando las páginas de los diarios.

Sí,  pues cada nueva edición
da cuenta de otra alma atormentada
buscando refugio de la justicia.
Huyan asesinos, huyan truhanes, evádanse
aquellos que están en libertad bajo palabra,
escapen de las duras decisiones de la patrulla anti-vicio
simplemente visitando ese vasto territorio
de los refugiados llamado Argentina.

En las Pampas, ciertamente
descansan ociosos y tranquilos Richard Halliburton,
Adolfo Hitler, Martha Raye,
el ex valet de León Trotsky,
Greta Garbo, Mildred Fletcher,
“Fingers” Pico  – Sí,
te apuesto hasta mi último dólar que allí están,
inhalando buenos aires,
y también hallarás
a todas las tías de Sun Yat-sen,
las diez
tribus perdidas de Israel,
junto
a todos los príncipes balcánicos
que nunca murieron.

Rand, volvé a contar, MacNally volvé a recontar:
ha habido algún desliz en sus datos y estadísticas;
vuelvan a contar las cabezas argentinas otra vez.
Registren cada sótano,
busquen en los callejones, en cada zaguán,
y descubrirán a  Axis Sally, la locutora nazi
jugando al póker con Hart Crane.

(en colaboración con T.D.E,1952)

-Versión Merceditas Lennon-.










John Updike  (1932-2009). Novelista, cuentista, ensayista, crítico y poeta norteamericano. Colaborador del New Yorker, revista en la regularmente publicó poemas, muchos de ellos podrían entrar en la categoría de ‘light verse’ poemas de ocasión.




martes, 18 de octubre de 2011

Enrique Hernández-D’Jesús: Lomito de octubre.

Enrique Hernández-D’Jesús, Medellín, 2010.




                  











Dos aves del paraíso nos conducen a la intimidad. Escondite cubierto de árboles que se ven por todas las ventanas. El juego consiste en distinguir la imaginación, en conservar la forma, el acontecimiento permanente, la evocación, el cofre lleno de sorpresas. Estar en el ensueño, permanecer en el fondo de la repetición, buscar el camino de nuestro espacio.
Octubre amenaza con el Cordonazo de San Francisco, establece al soñador la contemplación, corresponde a un imaginismo apasionado para disfrutar a la trapecista de finos toques. Complace a su consciencia en los contrarios, en un más allá de los recuerdos. La diferencia es el movimiento, es ir a un lugar y estar en otro, en el nerviosismo, en el placer y el displacer, es un mundo sensible con los ojos maravillados. No hay altura en las maravillas. Las profecías  conquistan un lenguaje particular, sugerente.
Manifestando la sensación del espacio y del tiempo Dylan Thomas lo ve en su:

Poema de octubre

Era mi trigésimo año camino del cielo;
desperté a mi oído desde el puerto y el vecino bosque
y la playa encharcada de mejillones
y ensacerdotada de garzas
el saludo mañanero
con oraciones de agua y gritos de grajos y gaviotas
y chocar de barcas de vela en la pared enmembrenada de
redes invitando a levantarme
al momento
en la aun dormida ciudad y a partir.
       Mi cumpleaños empezó con aves marinas
y los pájaros de los alados árboles volaban mi nombre
sobre las heredades y los caballos blancos
y yo me levanté
en el lluvioso otoño
y salí a vagar en medio del chubasco de mis días.

      La marea alta y la garza buceaban al coger yo el camino
pasar los confines
y las puertas
de la ciudad se cerraban cuando ésta despertaba...
y un sol de octubre
estival
al hombre de la colina
aquí climas amantes y dulces cantores súbitamente
entraron la mañana en que yo salí a errar y a escuchar
el viento que escurría la lluvia
soplar frío
en el bosque lejano a mis pies...
… y bajo la densa nube de alondras
Allí pude vivir maravillado
mi día de cumpleaños
más el tiempo cambió en redondo...
...y los dos veces narrados campos de la infancia...
Y el misterio
cantaba vivo
todavía en el agua y en los pájaros cantores...
 ...Era mi trigésimo
año camino del cielo en pleno mediodía de verano
aunque la ciudad a mis pies yaciera deshojada en la
sangre de octubre.

       Ojalá pueda cantar todavía
la verdad de mi corazón
en esta alta colina a la vuelta de un año.

En cierto modo, la tarde inventa su circo, una nube de paso deja caer la lluvia. En la cama damos vueltas al amor. Si descuidamos algún movimiento perdemos el candor, la locura, la sombra oculta; es la animalidad que distingue el ropaje.
         El lomito se mueve, se acaricia con los dedos. La profundidad del cuerpo se prepara para el gran acontecimiento. El asombro logra destruir la inmovilidad. Se mueve en este escondite, morada de la razón. A Cioran el gusto por la realidad lo lleva al delirio; la hace más sublime que la duda, pero a ésta última la hace más sólida. El vacío -yo sin yo- es la liquidación de la aventura del "yo", es el ser sin ninguna huella del ser, un hundimiento dichoso, un desastre incomparable. Sobre sí, esa feria de poseídos y poseedores con fervor pasión dispuesta a la agresividad, obsesionados en los acontecimientos; desde los más antiguos existen las preguntas, la ventaja de la consciencia, el estímulo de las sensaciones. Este filósofo nos subraya: Visto desde el exterior, cada ser es un accidente, una mentira (salvo en el amor, pero el amor se coloca fuera del conocimiento y de la verdad).
Octubre mantiene su divinidad, asume su pasado y su presente, se congrega en el lugar secreto, breve e intenso, queda en la mirada.
La traducción de Francisco Rivera de Cavafis, lo dice en el poema

Griega desde tiempos antiguos

Antioquia se jacta de sus resplandecientes edificios
y sus bellas calles, de los espléndidos campos
que la ciñen y de la inmensa multitud
que en ella habita. Se jacta de ser la morada
de gloriosos reyes y de todos los artistas
y sabios que posee y de sus opulentos
y sagaces mercaderes. Pero, por encima
de todo, Antioquia se jacta de ser una ciudad
griega desde tiempos antiguos y pariente de Argos,
por parte de Ione, que por los colonos argivos
fue fundada, en honor de la hija de Inaco.
        
Los Ingredientes y la preparación del Lomito:

Aceite de Maíz, 1 Cebolla, 17 Alcaparras, 30 Primaveras de Tiras de Pimentón, Tocineta, 6 pedazos gruesos de Lomito, 1 Tomate, 1 Ajo Natural, ½ botella de Vino Merlot de Pramaggiore de la Tenuta de S. Anna del 80, Caldo de Carne y  2 cucharadas de Maicena.

A una cacerola de metal póngale aceite de maíz y la cebolla cortada en ruedas, las alcaparras picaditas, las primaveras de pimentón y unos cuantos pícaros pedazos de tocineta. Déjelos en la cacerola hasta que agarren cuerpo y nos den la idea de una cama alquímica.
Cuando se le vea ese marrón hermoso de la piel, acuéstele los pedazos de lomito y déjelos sofreír corto tiempo por un lado y después por el otro muy rápido. Agréguele el tomate licuado y el ajo; tape la cacerola por varios minutos.
Aparte, en una olla, ponga el vino y cuando esté‚ un poco caliente viértalo sobre el lomito, tape la olla bien fuerte y cocine por treinta minutos a fuego mediano. En un poco de caldo de carne frío, diluya la Maicena, bátala y agréguela a la cacerola. Mueva todo dulcemente, hasta que espese.
Y esto se come con un gratinado de calabacines, o calabacines al gratén.

Para alegrar las aceitunas negras

Los Ingredientes y Preparación:

         Aceitunas Negras, 2 vasos de Vino Blanco Campaltino de la Vecchia Cantina Di Montepulciano (Siena), las Conchas Secas de 1 Mandarina, 4 Hojas de Laurel, 7 Clavos de Olor, 20 pepitas de Pimienta Negra, 12 pepitas de Ginebra, 1 pequeño mazo de Perejil y Cilantro, 1 rama grande de Cebollín cortadita. 3 ½  cucharadas soperas de Soya, Estragón y Aceite de Oliva Virgen.

         Macere en el vino con las conchas de mandarina picadas en cuadritos y con todos los demás ingredientes. Rocíe al final con el estragón y agregue  un toque alegre de aceite de oliva virgen.



Enrique Hernández D’Jesús Mérida, Venezuela, 1947. Poeta, fotógrafo y editor. Desde 1978 ha realizado exposiciones en su país, Italia, España y Puerto Rico. Ha publicado: Muerto de risa, 1968; Mi abuelo primaveral y sudoroso, 1974; Así sea uno de aquí, 1976; Los últimos fabuladores, 1977; Mi sagrada familia, 1978; Mi abuelo volvió del fuego, 1980; El circo, 1986; Retrato en familia, 1988; Los poemas de Venus García, 1988; Recurso del huésped, 1988; Magicismos, 1989; La semejanza transfigurada (94 fotografías intervenidas por Vicente Gerbasi), 1996;  La tentación de la carne, 1997; La difícil claridad (1999); El tigre invisible (2005); Vestuario (2006) y Los poemas de Venus García y Recurso del Huésped (2006).  Ha obtenido diversos premios de literatura y de fotografía.